Cuando los árboles se olvidan del otoño: el festín desnudo de Ivo Maldonado
La poesía de Ivo Maldonado se derrama como una corriente impetuosa, por los ríos de su escritura lúdica, trágica y subconsciente.
Se reúnen los árboles para escuchar a este otoño olvidado, y la naturaleza toda tiene una fuerte presencia en estos versos. Cita a Antonin Artaud, el famoso poeta francés creador del Teatro de la Crueldad y al muy lírico William Carlos Williams. Es como si su poesía quisiera apoyarse de estas grandes figuras por su resonancia y apasionamiento, porque Ivo Maldonado exclama: “Nadie ha dado señales una árbol ha sido quemado por un verso se busca musa para todo servicio remuneración acorde al Mercado. Escribo de memoria un día domingo mientras oigo el canto de una cuchara aplastada por el viento. La desnudez ha sido atrapada por páginas inconclusas. A veces un poema parece una invocación la bella ausencia del molino hablándole a un jeroglífico”.
En los versos citados puede observarse una desazón, una congoja, la del poeta en lucha con los elementos, un poeta que necesita de la inspiración para envolver su propia desnudez y también la nuestra al quedarnos solos y ateridos ante este vendaval que se nos viene encima.
Se habla de locura, precipicios y naufragios porque todo ha sido inútil, incluso el festín de la sabiduría. Y la locura ha transformado en escalera los precipicios, escalera para subir, para ascender al mundo de los sueños y la imaginación, incluso del delirio, porque “el sacrificio de los mortales es vagar sabiendo que no hay mayor alucinación y la inspiración sopla en un astro que también puede ser un hombre”.
El poeta confiesa que comenzó a escribir porque una señora le pidió que anotara una dirección, y este proceso aparentemente accidental de la dedicación al oficio de poeta es negado en su misma contradicción, confesando que su padre lloraba cuando el niño no quería hacer las tareas.
Mucha tarea se ha dado el poeta al enfrentarse con el otoño y descubrir que las hojas caídas son las páginas de su propio libro y que aprendió a dibujar el abecedario en las alas de una gaviota. Sensación y percepción de vuelo que eleva la inspiración hasta las cumbres de las montañas para luego proseguir en vuelo rasante hasta caer al precipicio, donde los significados se cuestionan y no se toleran las ambigüedades.
“Si hay un camino de salida debe haber otro de regreso. Está cara la luz dice mi madre mientras espera evidentemente que apague el computador.” Antipoéticamente se expresa Ivo Maldonado: “No estoy dispuesto a pagar pasajes ni impuestos de carretera”.
Este poemario tienen unidad en su lenguaje directo y desenfadado, que oscila entre revelar sentimientos, pensamientos y emociones o dejarnos en el desconcierto total por tanta afirmación apasionada: “es porque estoy atrapado”; atrapado en su propio lenguaje, caído en su propio precipicio, en vuelo hacia un horizonte desconocido.
Reflexiona sobre el tiempo: “El tiempo sin tiempo es un entierro, una mancha, un revólver, un cuesco”. Bordea el sinsentido como queriendo desdramatizar el concepto de tiempo que tanto ocupa a filósofos y poetas: “El tiempo es como ustedes prefieran llamarlo el canto de las cigarras en la fiesta de espaldas”.
Hay connotaciones surrealistas en este libro de Ivo Maldonado, hay un orden de cosas transfigurado y en permanente modificación: “desnudo, desnúdate, desnudémonos, arranquémonos la piel como si el mar nos envolviera con su carne de vidrio y sus cabellos de electricidad ¿no oyes o prefieres jadear en esta tabla partida en visiones?”. Como dijo Rimbaud, me haré vidente a partir del total desarreglo de mis sentidos. Sentidos que en el caso de nuestro poeta estar hipersensibilizados frente a las circunstancias de su vida, frente a la naturaleza y sus variados ciclos, naturaleza de la que Ivo Maldonado es parte y en la cual busca ansiosamente reconocerse, rescatarse y replantearse como individuo. Para esto recurre a diversos recursos estilísticos, mezclando numerosas referencias culturales que hacen de este libro un referente muy interesante en la cultura de hoy, y específicamente en el contexto de la joven poesía chilena que une tradición y vanguardia.
Yo agradezco esta oportunidad de comentar al joven autor, y debo reconocer que me ha sorprendido la riqueza de sus recursos, dejando testimonio de vida y poesía.
Me gustaría para finalizar plantearle a Ivo Maldonado algunas preguntas:
1. ¿Te identificas con algún grupo o corriente literaria?
2. ¿Qué poetas chilenos influyeron en ti?
3. ¿Qué poetas extranjeros admiras?
Para la Sociedad de Escritores de Chile es un agrado recibir la visita de Ivo Maldonado y conocer este nuevo libro. Para mí en lo personal es un honor y una experiencia importante. Doy gracias a mi colega Ivo Maldonado por este privilegio.
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