sábado, 19 de junio de 2010

Gladys González (Santiago, 1981) Selección de poemas



Gladys González  (Santiago, 1981): Poeta, licenciada y profesora castellano. Ha publicado: Conrimel, Antología de poetas mujeres del cono sur (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2006), Gran Avenida (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2004), Poemas (coautoría, Balmaceda 1215 ediciones, Chile, 2003), Papelitos (Eloísa Ediciones, Argentina, 2002). Éste mismo libro fue editado en e-book por Crunch! Editores, México (2003). Ha sido incluida en la antología de poesía latinoamericana Mundo Literario (Editorial Nuevo Ser, Argentina, 2003), en (SIC) de la Biblioteca Nacional de Chile (Valente Editores, Chile, 2004) y en Cantares: nuevas voces de la poesía chilena (Selección de Raúl Zurita, LOM Ediciones, Chile, 2004).

Tul

Quiero verte en tu cama de hospital
contagiarme de tu muerte
bañarte con una esponja
como a los bebes
escribirte en el borde de las piernas
"no me dejes"
dibujarte la cara
con los granitos de arroz de mi plato
curarte los moretones del ojo
te haría el amor
desde esta esquina
despacito
sin tocarnos
porque yo sé que no puedes estar conmigo
y no me importa
me aguanto las ganas
me como el deseo
te regalo mi chaqueta
mi vestido de tul
mi casita de la zona sur(1)
duermes en tu cama de hospital
y yo pongo más números
a mi lista de fracasos
me voy marcando la carne
con alambres y clavos
me voy convirtiendo
en la explanada de tu llaga
________________________________________
(1) Los amigos dicen que soy una tonta
Que quieres experimentar
Yo les digo que soy un tubo de ensayo
Me miran y mueven la cabeza
Saben que voy a sufrir
Yo les creo todo

Barquitos de papel

Veo la pobreza de mi barrio
las calles inundadas
llenas de barquitos de papel
que los niños recortan
Veo la pobreza de mi barrio
barquitos de papel
naufragando como lucecitas
en el barro

Me dice

Me dice que escribía en boletas
y papelitos de cigarros
mientras ella
se iba al baño
a mirarlo por la ventana
Me dice que ella es su muerte
y que no quiere morir todavía
porque la muerte
es mujer fatal
Me dice que ella es su crisantemo
y le recita haikus
en el cerro San Cristóbal
mientras los animales
se vuelven histéricos con la lluvia
Él recoge las mejores cartas
y las guarda en su libro de budismo
recitando mal a Girondo
mientras ella
se aleja
con sus senos de magnolia
volando
sobre la ciudad

Cicatriz

El lado salvaje del amor,
muchacho,
me lo llevo
en este último viaje
junto a un toque de morfina
y con la sensación
de ser una eterna cicatriz
que vaga por la ciudad

El territorio del corazón

Bajaba del colectivo
y miraba tu calle
desde Gran Avenida
hasta Santa Rosa
caminaba
alrededor de tu casa
marcando el territorio del corazón
como un perro
te esperaba
en las escaleras del metro
por si ibas a trabajar
en la mañana
o si regresabas
para almorzar
después
vino la noche
y Aretha Franklin
el ron con cocacola
y el whisky en los bares
las llamadas telefónicas
entre fiesta y fiesta
los viajes en taxi en la madrugada
para ir a buscarte borracho
a los paraderos
vinieron el descontrol
los baños públicos
las peleas
las esposas y las antiguas amantes
el viaje a Argentina
los perros muertos
los almuerzos en el mercado
y los poemas

todas las noches
te busco
sentada en las cunetas
donde vas a beber
te espero en el bar
hasta que se hace de día
y apareces
con un librito
en la gabardina
un librito
en el que está dibujado
mi corazón

La chica más linda

La chica más linda de la fiesta
tiene una bolsa plástica en la cabeza
marcas de tinta en los dedos
sus huellas digitales
en toda la ciudad

Ninguna pintura
Módulo B. Celda Nº 100

Yo no tuve ninguna pintura de la última batalla
nada que diga
que estuve allí
solo un montón de fotografías borrosas
coinciden con nosotros
en que la calle fue nuestra
en que nadie pudo domarnos
ni siquiera
cuando estuvimos jadeando
de espaldas a la pandereta
te acuerdas
que parecíamos tan ingenuos
cuando nos decía:
"quédense en ese paradero"
y esperábamos horas
a que él llegara a recogernos
cuando ni las fiestas
ni los tragos exóticos
ni los cambios de vestido
ni ninguna boca que besáramos
nos daba un golpe como este en el rostro
yo no tuve ninguna pintura de la última batalla
ningún saludo marcial
que me regalara una despedida
ninguna disculpa
ningún perdón
Pavimento
Toda yo alambrada
recogida por los muslos
la carne floreciendo por las púas
la planta de los pies deshaciéndose
y sellando la tragedia en el pavimento
como una marca de sol

Pedacitos de muerte

Esta noche
no intercambiamos jeringas
ni besos
nos declaramos la intensidad en el rostro
nos guardamos la sangre salvaje
para no contagiarnos desde el amor
Trozos de mercurio
Una pensión en Valparaíso
una cama
una mesa y dos sillas
tengo a John Milton
sobre la taza del baño
estoy bebiendo lo que queda de la tarde
he escrito cosas mientras estaba borracha
que me parecen bien
espero a mi amiga del cerro Barón
para que me recoja despacito
como trozos de mercurio
y me lleve a comer algo
en un restauran donde halla wurlitzer
porque quiero escuchar
esa canción de Bob Dylan
todo lo que me resta de vida

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